LA APARICIÓN INESPERADA.
Mojado hasta los huesos y totalmente desnudo, él apareció dentro de mi habitación justo en mitad de una noche de tormenta.
- ¿De dónde ha salido?
- He caído.
- ¿Caído de donde?
- Caído de vuestro libro. ¡Caído de vuestra historia!
Frankie se quedo estupefacto delante de eso y, sobre todo, ya no sentía su cuerpo del aterrado que estaba. No entendía ni una mínima parte de lo que le estaba sucediendo.
- ¿Quién ha dicho que era?
- Si no he pronunciado mi nombre ni una vez… -mirando con mucha habilidad cada detalle, para entender donde había caído, el chico me dijo- Mi nombre es Harry Potter.
- ¿Imposible? Sin embargo… Me ha confesado que se ha caído de mi libro. – Frankie empezó a sentir que su inquietud por cualquier hecho le empezaba a invadir hasta quitarle todos sus sentidos. – ¿Como se llaman vuestros amigos en vuestra vida irreal o … bueno real, si lo que adelanta es cierto?- Frankie empezó a recordar su libro tirado en la cocina. Aquel que escribió con Sydney, y que lo dejó sin acabar en la página 244. Porque le apareció una falta de inspiración sin fin.
- Mis fieles amigos son Hermione Granger y Ron Weasley. ¿Por?
De golpe una idea imposible le atravesó la mente. Como escritor y inventor de aquel personaje sabia cada detalle de su personaje. Por lo tanto durante un instante pensó que sus grandes dotes para usar la magia, podrían convencer a su madre Francie vencer el miedo del exterior.
- Déjalo, no es nada importante. Pero tengo una pregunta que me resulta un poco molesta… ¿Aún tienes tus dotes para la magia, en este mundo?
- Creo que sí, pero no estoy seguro al cien por ciento.
- Podrías convencer a mi madre para que salga fuera de la casa, y que disfruta del aire sobre su piel. Con unos de tus hechizos de magia.- No estaba convencida de lo que pedía. Pero de cualquier modo, tanto lo que pedía era imposible, como la aparición de este personaje ficticio.
- No cuesta nada intentarlo.
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